Crea tu empresa con el mismo amor que se fecunda a un hijo
Planifica tu empresa así como Dios planificó la creación del mundo
Organiza tu empresa así como Noe organizó la construcción del arca
Lidera tu empresa con la misma sabiduría que Jehová a sus discípulos.
Entusiásmate con tu trabajo así como lo haces antes de ir a una reunión social.
Persevera así como cuando un niño aprende a caminar.
Trasciende así como lo hicieron los grandes idealistas del mundo
Motívate en tus desaciertos así como motivas a un amigo en derrota.
Trata a la gente con la misma calidez que esperas ser tratado.
Busca en tus actos brindar la misma honestidad que esperas recibir.
Ama tu vida así como un soñador ama el simple hecho de poder soñar.
Ricardo Sánchez & Johanna Constante